Ven a mirar.
Ven a mirar
pinturas en las paredes de la mano de un niño.
Ven a mirar
pies descalzos en casas blancas.
Mira esta
puesta de sol teñida en vino y haz fotografías de mentira que escondan verdad.
Ven a
sentir.
Ven y
siente el tacto de mis pies, hinchados como nunca, y mi corazón, vacío como
siempre.
Siente las
botas que caminan sobre púas de cactus.
Ven y
degusta.
Prueba
conmigo este bocado de noche que te sacia de día.
Ven a
escuchar.
Ven a
escuchar percusión de pintura y un acordeón que suena en francés.
Escucha las
guitarras, aunque nadie las toque.
Ven y
escucha este réquiem que da la vida en vez de la muerte. De sus voces vuelve a
nacer una jirafa sin cabeza.
Escucha el
llanto de Boabdil.
Ven y
escucha Aleluya para los tristes.