EXTERIOR. ESCALERA DE INCENDIOS. NOCHE
Se ve a un CHICO con auriculares sentado en la escalera. Observa
las luces de la ciudad mientras fuma un cigarrillo. Viste manga corta, pero
hace frio y se tapa con una manta. Apenas se escucha ningún ruido, el paso de
algún coche lejano, el aleteo de un pájaro nocturno y una leve melodía de rock
que proviene del aparato de música del chico, nada más.
Aparece un HOMBRE abrigado y se sienta junto a él mientras le
propina una palmadita en la espalda. El chico se quita los auriculares
permitiendo distinguir que la melodía se trataba de la canción No surrender.
HOMBRE
¿Estás
bien?
CHICO
No lo sé,
desde hace semanas hay algo en mi estómago que no me deja dormir.
HOMBRE
Cuéntame.
CHICO
Hace tiempo
que siento que mi cuerpo me pide aventuras. Aventuras que me dan miedo. Pero
creo que detrás de ese miedo hay un deseo profundo.
HOMBRE
¿Y aún así
no sabes si estás bien?
CHICO
¿A qué te
refieres?
HOMBRE
Tal como yo
lo veo, nada puede temer más el hombre que el no saber que quiere o desea. Por
suerte para ti tu cuerpo ya te lo ha dicho y al parecer has tenido el acierto de
escucharlo. No hay nada que pueda hacerte sentir mejor que eso, nada excepto
dar el siguiente paso y enfrentarte a ello.